Gracias, Damiano. Mi madre es enfermera y mi novio farmacéutico, por lo que siempre he estado al tanto con el mundo de la salud y he admirado a las personas que se dedican a atender a los enfermos y cuidar de los heridos; rasgo que más que ninguna otra cosa, nos hace humanos.
A mí también me gustaría saber con mucho más detalle acerca de las vidas de estas excelentes personas.